"Lo más adecuado para mostrar transparencia en la investigación, será trabajar con las fuerzas federales", aseguró el fiscal de Instrucción de la IV° Nominación Diego López Ávila, a cargo desde la semana pasada de investigar el crimen de Paulina Lebbos.
Así, el representante del ministerio Público se inclinó por uno de los pedidos que públicamente viene realizando Alberto Lebbos, el padre de la joven asesinada en 2006. La primera intervención de Gendarmería Nacional ocurrió el viernes a la noche, cuando un hombre que dice tener información del homicidio manifestó que está siendo amedrentado.
"Si hay dudas de quienes forman parte del proceso sobre la actuación de la policía provincial, creo que la mejor forma de llegar a la verdad será a través de la colaboración de las fuerzas nacionales", dijo López Ávila. Incluso, el fiscal no descartó la creación de una estructura especial de fuerzas nacionales que se aboque a la investigación.
Teléfono secuestrado
El viernes, un hombre había llegado al mediodía al mostrador de la fiscalía, y señaló el artículo de LA GACETA en el que se consignaba que el fiscal iba a proteger a los testigos del crimen de Paulina, quien desapareció el 26 de febrero de 2006 y fue hallada sin vida el 11 de marzo, a la vera de la ruta 341.
A la noche, ante la denuncia de que estaría siendo amedrentado por su conocimiento del caso, López Ávila dispuso que un gendarme lo custodiara las 24 horas. "No está bajo el sistema de testigos de identidad reservada. Es una persona que dice conocer algo, y ahora habrá que corroborar los datos", explicó el fiscal.
Por eso, quedó secuestrado un teléfono celular que será sometido a pericias, para verificar las afirmaciones del testigo. "Él tendría información relacionada con el hecho, que la recibió de manera reciente", aclaró López Ávila.
"Como él, pueden venir muchas personas a decir que conocen algo del caso. Como corresponde, la información va a ser corroborada", agregó el fiscal.
Prudente
Alberto Lebbos, por su parte, fue prudente al referirse a las acciones del nuevo fiscal. "Como dice el buen Jesús, por sus obras lo conoceréis", parafraseó el padre de Paulina.
"No le tengo confianza más que a mi familia, a los que me ayudan, a los que fueron a la plaza, al periodismo libre e independiente. A nadie más. Lo que nosotros pedimos es ajustado a derecho", manifestó Lebbos.
"No voy a aceptar que los jefes de policías subordinados a (José) Alperovich participen en la investigación. Cuando participó Gendarmería salió un poco de luz en la causa", agregó.
Tres policías enfrentarán un juicio en diciembre
Enrique García (jefe de la comisaría de Raco cuando mataron a Paulina Lebbos) y los policías Manuel Yapura y Roberto Lencina, serán enjuiciados a fin de año acusados por falsificación de documento público, incumplimiento de los deberes de funcionario público y falsedad ideológica.
Fuentes tribunalicias comentaron que los vocales de la Sala III de la Cámara Penal, Dante Ibáñez, Carlos Caramuti y Ana Lía Castillo de Ayusa decidieron que el debate oral se lleve a cabo en el mes de diciembre.
Los policías habrían adulterado el acta en la que consignaba la declaración del remisero Diego Nieva, uno de los sospechosos que hubo en el caso.
Sin embargo, Alberto Lebbos, padre de la víctima, está convencido que los tres policías intervinieron para encubrir el homicidio de Paulina. Sucede que el entonces comisario de Raco y sus dependientes fueron unas de las primeras personas que llegaron al costado de la ruta 341, donde el cuerpo de la joven fue hallado.
Las pericias que realizó Gendarmería Nacional permitieron determinar que la escena donde fue hallado el cuerpo había sido adulterada. Para el fiscal Carlos Albaca, no hubo pruebas para sostener el encubrimiento.
Aunque los delitos por los que están acusados son excarcelables, el juicio oral permitirá conocer públicamente los entretelones de los primeros días de la investigación.